viernes, 28 de enero de 2011

ESENCIA DE LA GRANDEZA

"La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en las que otras personas optan por la locura".

WAYNE W. DYER

domingo, 23 de enero de 2011

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En nuestra infancia se nos enseñó que las acciones podemos enmarcarlas en tres periodos de tiempo: PASADO, PRESENTE y FUTURO.

Una de las causas que se comenta provoca depresión en los ciudadanos de los países desarrollados es la incapacidad de discernir el presente del pasado y del futuro.

En otras palabras, nos somos conscientes de estar viviendo en PRESENTE CONTÍNUO; es decir, siempre es presente.

- ¡Eso ya lo sabía! –puede que exclame.

Es verdad, eso lo sabe y la mayoría de las personas también, pero no nos damos cuenta.

Por lo visto, aproximadamente el 80% de los pensamientos que tenemos en el presente, son relativos a sucesos que ocurrieron ayer. Solemos actuar según nos dictan nuestros pensamientos; es decir, estamos viviendo en el pasado.

Ésto no tiene nada de malo, ya que es la base de nuestro aprendizaje, aprendemos con experiencias que hemos tenido. Pero si no lo sabemos, podemos convertir nuestro presente en una experiencia dolorosa mediante la culpa. La culpa entendida como un sentimiento producido en el presente debido a un acontecimiento que sucedió en el pasado y del cuál creemos que fuimos responsables o cometimos un grave error.

¿Puedo curar la culpa? Sí, en el presente continuo; y probablemente no de la manera que ha estado haciendo hasta ahora.

Hemos sido enseñados, con buen criterio, a basarnos en las experiencias pasadas y así predecir el futuro y prepararnos para ello. ¿Dónde radica entonces el problema?, pues cuando el futuro no lo percibimos como tal, como sucesos que PUEDEN ocurrir, sino que lo vivimos como presente.
Al no poder actuar sobre esos sucesos, vamos acumulando tensión que no dejamos escapar. No podemos dejarla escapar pues estamos preparados para afrontar el problema, pero si dicho problema tarda años en presentarse, dígame usted que cuerpo puede resistir tanto desgaste. Entraremos probablemente en un estado depresivo, que es cuando el cuerpo nos dice: ¡Ya no puedo más!

¿Existe solución? Sí, VIVIENDO EL PRESENTE CONTÍNUO, el aquí-ahora que comenta Bernabé Tierno.

Fdo.: Un Ignorante.

jueves, 20 de enero de 2011

EL TIEMPO Y LA ANSIEDAD

¡Ay, el tiempo! Ese generador de ansiedades que pueden desembocar en depresión.
No me haga mucho caso, pues el tiempo no es el provocador.

Realice el siguiente experimento:

La primera condición es estar relajado y no tener absolutamente nada que hacer.

Cuando esté en ese estado, imagine varias situaciones que considere muy importante para usted (pongamos unas tres); y la condición fundamental es que las tres las tiene que realizar ahora mismo; si deja una sin hacer su fin es inevitable.

Probablemente la mente empiece a divagar, pero si lo consigue observará como la tensión empieza a apoderarse de usted (depende de lo sugestivo que sea) y el estado ansioso está asegurado.

Por lo tanto existe un tipo de tensión que nos la creamos nosotros por no saber organizarnos.

Leí hace poco una cita que me encantó: "Haz una cosa cada vez".


Ésta es una de las acciones más prácticas para conseguir alejar de nosotros este tipo de ansiedad. Para ello, tenemos que aprender a priorizar.
Pero ésto ya es otro tema.

Fdo.: Un ignorante

domingo, 9 de enero de 2011

NO ERA TAN GRAVE

Dos bandidos llegan a una finca y entran en una pocilga, arrastrando a un tipo. Dentro se encuentra un negro de 1,90 m y 120 kg limpiándose las uñas con un cuchillo enorme:

- Negro, el jefe pidió que le hagas una guarrería a éste para que aprenda a no hacerse el macho con nuestra banda.
- Dejadlo ahí en un rincón que más tarde me encargo de él -respondió el negro.

Cuando los dos bandidos se marchan, el tipo dice:
- Por favor, señor Negro, no me haga eso, después de que me haya hecho la guarrería mi vida será una ruina, estaré acabado, tenga piedad, por el amor de Dios!
- ¡Cállate la boca y quédate quietecito ahí! -le increpó el negro.

Al rato vuelven los bandidos con otro pobre hombre.
- Negro, el jefe pidió que a éste le cortes las dos manos y le perfores los ojos, para que aprenda a no tocar el dinero de la venta de drogas.
- Dejadlo ahí que dentro de un rato me encargo.

Una hora después traen otro pobrecito.
- Negro, a éste le cortas la verga y la lengua para que nunca más se meta con las mujeres del patrón.
- Está bien, dejadlo ahí en el rincón con los otros.

Finalmente, traen a otro.
- Negro, a este lo cortas en pedacitos y le mandas cada pedacito para la familia.

En ese momento, el primer tipo le dice al negro en voz bien baja:
- Señor Negro, por favor no se vaya a confundir, recuerde que

¡¡Yo soy el de la guarrería!!

Moraleja:
A medida que conoces los problemas de los demás, te das cuenta que el tuyo no es tan grave!!