Las parejas actuales han sustituido su evocación: “!Ay cuando éramos jóvenes!, por “¡Ay cuando éramos ricos!”.
Nunca fuimos ricos aunque nos lo hicieran creer interesadamente los bancos y la política del Gobierno. Les creímos y vivíamos como ricos. Esta es nuestra tragedia actual.
SANTIAGO MARTÍNEZ-FORNÉS
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