domingo, 27 de junio de 2010

LAS ESCAFANDRAS















Desde muy antiguo los hombres han sentido atracción por las profundidades. Ya los romanos se sumergían a más de 20 m.; en Japón son famosas las mujeres recolectoras de perlas; e incluso Homero hacía referencias a inmersiones para recuperar mercancías de naufragios. Todos tenemos en mente la imagen que el cine ha dado de los buzos: con su traje de lona embreada y un casco de bronce, pesados zapatos de plomo y un largo tubo que los une al barco y por el que le proporcionan aire. El buzo se mueve con dificultad y dentro del agua se posa en el fondo. Al abrir el cofre del tesoro, una sombra le rodea y un pulpo gigante lo atrapa e intenta devorarlo… En fin, una imagen romántica e idealizada con grandes dosis de imaginación. Pero hasta el siglo XX no se abren las profundidades a la mayoría de la gente. Es con la invención de la escafandra autónoma por Cousteau y Gagnan, en 1945. Los primeros equipos son, necesariamente, artesanales y primitivos, suponen un duro entrenamiento previo. La técnica hará que evolucionen. Hoy en día el submarinismo, con el equipo adecuado, es una actividad al alcance de casi todos.

6 comentarios:

Una seguidora de tu blog dijo...

Hola licenciado: hoy se apetece,,,saluditos....

cocoplink dijo...

costeau es el frances que iba con un barco y Ghana ¿se han clasificado para cuartos, no?

Juan José dijo...

Hola Seguidora:
¿Cómo sabes que me he licenciado? ¡Lo que es el poder de la mente?

Juan José dijo...

Pues sí cocoplink. Por eso se han clasificado para cuartos.
¡No tienes guasa ni, ná!
Saludos

Miguel A. dijo...

Joooo... al final me he quedado con ganas de más sobre el submarinismo... ¿lo cuentas o lo busco en san google?

Juan José dijo...

Me parece Miguel A.:

Que vas a tener que buscarlo en San Google. Pero te adelanto, que es cosa de poca altura porque todo es bajo el agua.

Saludos