- Arañita ven.- le dijo el científico en voz alta mientras gesticulaba.
Y la arañita acudió veloz.
Cuando el entrenamiento estuvo concluido, comenzó su experimento:
1º Día (anotó en su diario) le quito una pata.
La puso en el extremo de la mesa, la llamó mientras gesticulaba y la araña acudió.
2º día (volvió a anotar) le quitó otra pata.
La araña ante la voz y los gestos volvió a acudir.
A medida que le quitaba patas la araña acudía a la llamada cada vez más lentamente.
Al 7º día al animal sólo le quedaba una patita.
El científico la llamó y ella arrastrándose pesadamente y muy lentamente, atravesó la mesa de extremo a extremo.
Al 8º día a la arañita no le quedaba ninguna pata.
- Arañita ven. –dijo el científico mientras gesticulaba.
La arañita no se movió del sitio.
- ¡Arañita ven! –gritó esta vez, acentuando los gesto.
Y el animal sin moverse.
Tras varios intentos modulando la voz y la intensidad de los gestos, el científico dió por concluida su investigación y escribió en su cuaderno de campo:
"CONCLUSIÓN: A las arañas cuando se les quita todas las patas se vuelven sorda. "
2 comentarios:
SIn palabras... no hay más sordo que el que no quiere oir....
De esos científicos está el mundo lleno....
:s
Hola Esteban:
Es para mí un placer que te haya agradado el blog, y te hayas hecho seguidor.
Y agradeceré tu participación, en cualquier tema que creas conveniente.
Saludos.
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