miércoles, 24 de noviembre de 2010

SIN REACCIONAR AL CONTENIDO

El otro día paseando cerca de un estanque me encontré con una ranita.
Ante mi presencia el animal reaccionó y saltó al agua perdiéndose en su profundidad. Igual nos suele pasar, reaccionamos ante el contenido. ¿Cómo si no podríamos sobrevivir?
Pues por lo visto, los humanos tenemos la capacidad de no reaccionar al contenido. Pero para desarrollarla, como casi todo, hay que practicarla.
¿Será cierto lo que dice este señor? Quién sabe...


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