domingo, 27 de diciembre de 2009

EN PREESCOLAR

Todo lo que realmente necesitaba saber acerca de cómo vivir, qué hacer y cómo ser lo aprendí en la etapa de preescolar. La sabiduría no estaba en la cima de la montaña, al final de la carrera educativa, sino allí, en el patio de recreo de la guardería o del colegio. Estas son las cosas que aprendí:

a compartirlo todo y a jugar limpio.

a no herir y a no pegar a los demás,

a limpiar y colocar las cosas, una vez usadas, en el lugar donde habían sido halladas,

a no quedarme con las cosas que no me eran propias,

a disculparme cuando trataba mal a alguien,

a “tirar de la cadena” y la higiene básica,

a lavarme las manos antes de comer y a comer de todo,

a aprender y pensar, dibujar y pintar, cantar y bailar, jugar y trabajar un poco todos los días,

a saludar a los compañeros y la regla de oro: el amor.

Cuánto mejor sería el mundo si todos siguiéramos el estilo de vida de la etapa preescolar.

ROBERT FULGHUM

5 comentarios:

LLave Nío Travé dijo...

Mi muy considerado y locuaz bloguero: No recuerdo muy bien mis primeras letras pero si el "pizarrín" de madera y el sacapuntas de la mesa de mi maestra Sor Benedicta. Una nueva evidencia, de su capacidad intelectual; que escudriña en la indagación de la mente "telarañera" de las webs educativas y me conforta el conocer, que todavía, el factor humano, prevalece en la educación infantil; frente al factor audiovisual y cacoménico del siglo XXI.

Juan José dijo...

¡Jo! Usted se acuerda del pizarrín, lo que quiere decir que es del Siglo pasado; que digo del siglo, del Milenio pasado.
¡Enrique, ven a ayudarme! Que tengo otro comentario de un señor muy leído y escribido.
Casi seguro que es de los Madriles.

VICENTE PEÑA dijo...

Joder, y algunos a nuestra edad no sabemos nada de estas normas básicas

Una mujer...... dijo...

La niñez es la mejor época depende del seno de la familia en que nazcan...Porque hayy cada caso que da susto....Un saludo

Juan José dijo...

Completamente de acuerdo con usted Sr. Vicente. Observo que es consciente de ello, lo que quiere decir que no es de esa clase de personas (me refiero a las que expresa en su comentario); por lo menos intenta no serlo ¡que no es poco!

Y el comentario de “Una mujer”, también me parece muy acertado. No toda infancia, por desgracia, es feliz. Antes solía ser por abusos de malos tratos, ahora suele ser por saturación de caprichos consentidos. Dos caras de la misma moneda.

Muy agradecido a ambos por los comentarios.