HIPATIA

Entre el siglo III y IV d.c., vivió en Alejandría (Egipto), una persona que fue considerada de las más eminentes de la Biblioteca, destacaba en las áreas de filosofía, matemáticas y astronomía, no es mal currículum incluso para estos tiempos.

Pero si además les digo que era mujer, y nos situamos en el contexto general de aquella época, la calificación de eminente se queda corta, debido a las dificultades.

Es de suponer que un sector de la sociedad Alejandrina y de peso, consideraba que para el estudio la mente predominaba frente al sexo, e Hipatia impartió sus clases igual que cualquier sabio de aquel lugar.

La BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA (sí, con mayúsculas) que contenía pergaminos con los estudios más adelantados de su época, fue arrasada y sólo se salvaron algunos documentos, todos los demás fueron destruidos. ¡Cuántos años de investigación perdidos!

Que Hipatia fuera mujer, fue la excusa para poder acusarla de brujería y hechicería, las condiciones perfectas para ser ejecutada sin poder defenderse.

El ser de la creación capaz de usar su intelecto para razonar, eliminó las hipótesis que hacen evolucionar la mente humana; y en consecuencia, la humanidad quedó a oscuras (intelectualmente hablando) durante siglos.

Si le gusta la historia novelada le aconsejo la película ÁGORA de Amenábar, recrea la sociedad Alejandrina y su gran biblioteca; así como, los últimos años de Hipatia. Quítese prejuicios, vea la película sin etiquetar ideologías, no juzgue y comprenderá como el ser humano es capaz de autodestruirse en nombre de la verdad.